EL ABREVADERO DE LA BAHÍA DE LA CONTXA
La fauna autóctona de la bahía de La Concha está expectante ante la próxima inauguración del abrevadero construido en el sótano de la casa faro de la isla Santa Clara. Dicen (cuando se hablan entre ellos) que ya no tendrán que bajar a la charca del parque Zubimusu a calmar su sed o a entablar sus largas charletas que tanto les entretiene. Ahora solo con cruzar a la isla tendrán a su disposición un enorme abrevadero de casi dos pisos.
La ranita de Igeldo, junto con el dinosaurio, la lagartija peluda del monte Urgull y la merluza del Cantábrico, están preparando las invitaciones para la inauguración que será para este próximo verano y puedan acudir sus amigos; la Gata Pakata, la Trucha Pachucha, el Dardo Petardo, el Pulpo Txiripas, la Gaviota Carlota...y sus amigos los Webook.
Esta obra tiene a todos los habitantes de la bahía pendientes de sí para la fecha de inauguración toda la fauna autóctona estará vacunada para poder acudir al evento.
¡UN DINOSAURIO EN EL MONTE IGELDO, UNA NUEVA ATRACCIÓN DONOSTIA, QUE SE VÉ DESDE EL PASEO DE LA CONCHA !
Es un tipo de saurópsido que se creía desaparecido pero gracias al celo y constancia de los Webook, que sabían de su existencia, y que lo habían buscado por Cristina Enea, el parque de Miramón e incluso por Ulia, han podido captar su imagen en Igeldo.
Ahora, además de la ranita de Igeldo, la largartija peluda del monte Urgull o la merluza del cantabrico, podemos añadir a la fauna autóctona a este gran ejemplar que vigila que la obra de Cristina Iglesias, no se salga del presupuesto, y nos cueste un ojo de la cara.
OLENTZERO Y LOS WEBOOK, MÁS QUE AMIGOS
Hace muchos, pero muchos años… Antes de que el arco iris fuera redondo incluso ante de que tuviera colores, pasaron muchas cosas y entre ellas una que si no fuera mentira te la creerías.
Estaba el Olentzero descansando recostado contra un montón de hierba seca…Como bien saben los lectores avispados de Mundo Webook a esos montones de hierba los lugareños le llaman “metas”…Como te estaba contando el Olentzero estaba reposando después de una mañana fatigosa por hacer una carbonera en la falda de un monte cercano a la aldea de los Webook. Contemplaba exhausto el enorme montón que había creado con madera mientras daba lentas chupadas a su gran pipa que colgaba de sus regordetes labios.
Le gustaba mucho su trabajo aunque era sucio y había que hacer mucho esfuerzo para acarrear los troncos de encina, pero el resultado le compensaba ya que conseguía crear carbón donde antes había madera, una transformación que le asombraba por su sencillez a la vez que le permitía relacionarse con la gente del lugar ya que era el que les proveía del material para calentar sus casas. Mientras pensaba en todo ello se fue quedando dormido.
Al cabo de un largo rato, entre ronquido y ronquido se fue desvelando por unos murmullos y risas. Se sobresaltó y dando un bote se quedó sentado mirando alelado hacia todos los lados viendo a unas diminutas criaturas que le rodeaban salir de estampida hacia todos los lados. Se frotó los ojos adormecidos pensando que había sido un sueño, sin embargo en el suelo a su alrededor habían quedado múltiples objetos; pequeños zapatos, gafas diminutas, herramientas de colores… que aquellas criaturas habían abandonado precipitadamente en su huida.
- ¿Qué criaturas eran aquellas?
- ¿Dónde estaban?
- ¿Dónde se habían metido?
Se preguntaba mirando a todos los lados. Se levantó sacudiendo la paja que se le había pegado a la ropa mientras miraba alrededor de la carbonera y la meta donde había estado tumbado. Nada no veía ninguna criatura.
- Que extraño – dijo rascándose la cabeza por debajo de la boina.
- No tienen que estar muy lejos – murmuro
Se agachó y mirando fijamente al suelo fue siguiendo los pequeños objetos que habían abandonado y cuyo rastro le llevaba a la base de la meta sobre la que él había estado tumbado.
- Tienen que estar entre la paja – Dijo mientras apartaba con sus grandes manos un grueso fajo de paja, al hacerlo sus dedos tropezaron con una corteza dura que levantó, su asombro fue mayúsculo, la meta cubría una especie de vivienda y dentro de ella pequeñas criaturas le miraban con espanto escondidas entre los diminutos muebles.
Cerró de golpe la corteza y se quedó aturdido mirando hacia todos los lados.
- ¿Qué había visto?...
- ¿Qué criaturas eran aquellas?
Se quitó la boina y se mesó su negro cabello dio una chupada a la pipa que le colgaba apagada en la comisura de sus labios.
- ¡Ya esta! – dijo en voz alta mirando enfadado para todos los lados del bosque.
- Esto es cosa de “Basajaun” que me envía “galtxagorris” para evitar que siga durmiendo.
Tu astuto lector como bien sabes en la mitologia vasca Basajoan es el señor del bosque o yeti Vasco y los galtxagorris o calzas rojas son genios minúsculos con forma de hombrecitos.
Al decir esto la pipa se desprendió de sus labios cayendo contra una piedra y partiéndose en dos. Olentzero se quedó apesadumbrado mirando la pipa que que él había tallado con mucha paciencia y amor de una raíz de rosal y que ahora estaba rota a sus pies.
Mientras tanto los Webook todavía asustados por que habían sido descubiertos por aquel gigante se apelotonaban en la Ekoteka, el gran salón donde celebraban sus reuniones importantes y al que habían llegado a través de intrincados laberintos que unían sus viviendas. El gran maestro webook Uden animaba a la calma desde lo alto de un taburete que habían instalado en medio de la estancia.
- No asustaros ese humano es pacifico aunque su figura sucia de carbonero os parezca que es un ogro – decía gesticulando con ambas manos como era propio de él.
- Ya se ha vaciado la vivienda que él vio retirado todos los muebles dejando todo el espacio totalmente neutro, si vuelve a levantar la paja de la meta no verá nada de nuestro paso por ella, estar tranquilos y volver a vuestras casas – aleccionó mientras empezaba a bajar del taburete.
En aquel momento entró corriendo en la estancia Disciplina, la guardesa de la aldea Webook que se había quedado vigilando al gigante y dirigiéndose al brujo Uden le dijo en voz alta.
- ¡Al gigante se le ha roto la pipa!
Todos los Webook se quedaron expectantes sabían que el brujo Uden actuaba rápidamente ante situaciones en la que se necesitará la colaboración de los Webook. Como bien sabes sagaz lector los Webook son expertos en recoger reparar y reutilizar toda clase de objetos, es su afición y trabajo y disfrutan con ello.
- Está es la ocasión – dijo Uden, y saltando del taburete agarró a la guardesa por la mano diciendo – vamos ha hablar con ese gigante. Uden sabía que el gigante era el encargado de repartir los juguetes a los niños del País Vasco en las navidades. Ahora se le presentaba la ocasión de ofrecerle la colaboración de los Webook informándole que ya colaboraban con Papa Noel, Los Reyes Magos, San Nicolas… creando y arreglando juguetes para los niños y si lo necesitaba también trabajarían para el.
El Olentzero se llevó una gran sorpresa cuando aparecieron de repente aquellas dos pequeñas criaturas a sus pies y le ofrecieron colaborar con él. Recelaba por si era una trampa de “Basajoan”, se le ocurrió ponerles una prueba a aquellas criaturas que se autodenominaban Webook, debían arreglarle la pipa…fue tan satisfactorio el arreglo que a partir de entonces los Webook colaboran todos los años con él creando nuevos y magníficos juguetes para los niños.
LOS WEBOOK DE VACACIONES POR “NIEVAZELANDIA”
¡Amantes de las aventuras literarias, prepárense para un viaje congelante junto a las encantadoras y algo excéntricas criaturas WeBooks! En esta ocasión, estas simpáticas criaturas decidieron tomar un merecido descanso en un país nevado, desatando una serie de situaciones hilarantes y caóticas. Agárrense los abrigos y abróchense los cinturones, porque aquí va la reseña sobre la última aventura de los WeBooks en la nieve.
Desde el momento en que estas pequeñas y parlanchinas criaturas pusieron un pie en el aeropuerto, su emoción era contagiosa. Se abrigaron con bufandas de colores chillones y se enfundaron en botas de nieve más grandes que ellos mismos. ¡Ay, qué visión tan pintoresca! Parecían diminutos esquiadores profesionales, listos para conquistar las montañas.
Sin embargo, no tardaron en darse cuenta de que sus habilidades deportivas no estaban a la altura de su entusiasmo. Intentaron esquiar, pero terminaron rodando como bolas de nieve colina abajo, chocando con todo lo que se interponía en su camino.
Luego, los WeBooks decidieron construir bolas gigantes de nieve. Con toda la imaginación y la energía creativa que disponían, se propusieron crear la octava maravilla del mundo invernal. Pero no todo salió según lo planeado. Las bolas de nieve se pusieron a esquiar con ellos, algunos se desmoronaban, mientras, los más altos se inclinaban y sus paredes se derretían. ¡Parecían bolas de helado de distintos sabores! Bueno, al menos tenían un delicioso refrigerio para la tarde.
Las aventuras de las WeBooks en el país de la nieve no se limitaron solo a las actividades al aire libre. También se aventuraron en la ciudad, donde decidieron probar la gastronomía local. Encontraron un restaurante que servía platos típicos y se lanzaron a probar el famoso "fondue de queso". No hace falta decir que pronto se encontraron con grandes bolas de queso pegadas a sus hocicos y una tremenda risa resonando en todo el lugar. ¡Nunca había visto a nadie disfrutar tanto de su cena de esta manera!
A pesar de todos sus percances y meteduras de pata, los WeBooks lograron disfrutar de su aventura invernal. Bailaron en la nieve como si no hubiera mañana, crearon recuerdos inolvidables.
LOS HABITANTES DE LA ALDEA WEBOOK CABREADOS CON LAS CREACIONES DEL ARTISTA CESC GRANÉ
La reunión en la Ecoteka transcurría con normalidad hasta que el brujo Uden proyectó las imágenes de los habitantes y criaturas de la aldea Webook sobre la pantalla.
Algunos asistentes a la reunión, apreciaban rasgos de gran similitud entre las construcciones de los Webook y las figuras del artista Cesc Grané, y así lo proclamaban.
- ¡¡Es una copia de nuestras casas!! - gritaban.
- Calma, calma - decía el brujo Ulden.
- Si os fijáis bien, las figuras de Cesc, representan volcanes nevados, y nuestras casas están hechas a imagen y semejanza de las "metas" de los habitantes del entorno. - terminó diciendo, intentando calmar los ánimos.
- Si os fijáis en las caras de la guardesa "Disciplina", en la cara de "Bnito" el poeta, o en el doctor "Tiritas", son semejantes a algunas de sus figuras. - Clamaba una voz desde el fondo de la Ecoteka.
| CREACIONES DEL ARTISTA Cesc Grané ARRIBA Y DE Janfry Blogar ABAJO |
EL ORIGEN DE LOS WEBOOK
Aunque algunos historiadores discrepan sobre su origen, hay quienes aseguran que los WeBooks proceden del famoso mar de los Sargazos. Sea cual sea su origen exacto, lo cierto es que estas criaturas originales ahora viven entre nosotros, en nuestro propio entorno. Sus hogares, con forma de "meta", se pueden encontrar dispersos por los montes de nuestra región, creando un paisaje encantador.
La aldea principal de los WeBooks se encuentra en el bosque de Miramón, en lo alto de una loma desde donde pueden contemplar la hermosa bahía de La Concha y la isla Santa Clara. Pero lo más sorprendente es lo que ocultan debajo de las aguas cristalinas: su GranNawenet, una estructura submarina donde almacenan materiales, realizan sus trabajos de reparación y elaboran sus famosas pócimas mágicas. Estos diminutos seres tienen una conexión profunda con la naturaleza y se han convertido en feroces defensores del aprovechamiento de los recursos naturales. Su lema, que siguen con devoción, es
"Recoger, Reparar, Reutilizar".
La fama de los WeBooks ha trascendido las fronteras de su aldea y sus juguetes se han vuelto sumamente populares entre los principales personajes navideños. Santa Claus, Papá Noel, Olentzero, San Nicolás y los Reyes Magos, entre otros, recurren a los talleres de los WeBooks para construir y reparar los juguetes que luego distribuirán en Navidad. Su habilidad y creatividad en la elaboración de estos juguetes únicos los ha convertido en aliados indispensables de la temporada navideña.
Y así, con un toque de magia y encanto, llegamos al final de la historia. Los WeBooks han encontrado un hogar entre nosotros, desbordantes de imaginación y siempre dispuestos a crear sonrisas en los rostros de los más pequeños. Su origen misterioso y su dedicación a la naturaleza y al reciclaje los convierten en seres especiales, cuya presencia añade un toque mágico a nuestro mundo. Y colorín colorado, así termina el relato del origen de los WeBooks.








